
El Tangram es un juego de origen chino sobre cuyo nacimiento hay disparidad de criterios, tanto en el tiempo como en el modo en que nació, aunque lo que sí resulta claro es que su origen está en China, si bien hoy día su extensión es por una buena parte de los países del mundo.
Se trata de una serie de piezas geométricas que por sí solas no tienen más que su propia forma, pero que de forma conjunta son capaces de representarnos un sin fin de figuras y objetos, según la ordenación que se les otorgue, manteniéndolas como una única unidad.
Para mí es una representación metafórica de la importancia de lo colectivo frente a lo individual. Creo que en cualquier grupo de los que formamos parte en nuestra vida cotidiana existe una especie de tangram. Desde hace tiempo he tenido arraigada la idea de equipo, entendido como un grupo muy concreto de personas, que aportan cosas complementarias en busca de un fin común. Al igual que si al Tangram le restamos uno de sus triángulos sus figuras dejan de tener sentido (al menos, hasta que modifiquemos su posición), cuando a un equipo le restamos un miembro también se resiente.
Espero que en breve uno de mis Tangram recupere el triángulo que le falta.