domingo, 13 de julio de 2008

Rayos y truenos

Llegaba el fin de semana; en este caso tenía una connotación diferente; una fugaz escapada junto con un amigo nos llevaría a Zaragoza para disfrutar de un acontecimiento esperado y que en apenas en un par de días habíamos preparado, con el aliciente de disfrutar de la música de probablemente el máximo exponente del Heavy Metal en el panorama mundial, un festival de música en que la guinda era la descarga de Iron Maiden. Pero la descarga no resultó ser de decibelios y acordes de guitarra, sino de rayos y truenos y litros de agua inoportunos que echaron por tierra la ilusión de unos cuantos miles de personas que queríamos disfrutar del espectáculo.

En el momento de llegar al recinto un frío pero rotundo "se ha suspendido todo" cambiaba el semblante de todos y cada uno de los asistentes. Para nosotros, los quinientos kilómetros de ida pensando lo que nos depararía el espectáculo, supusieron acto seguido otros quinientos pensando en lo que hubiera podido ser.

Tal vez en otra ocasión...





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