martes, 13 de mayo de 2008

El precio del tiempo

Hoy ha sido un día festivo en la ciudad. A pesar de que he comenzado el día dedicando parte de mi tiempo a tareas laborales, nuestro plan ha sido muy gratificante, disfrutar del ambiente recreado en la ciudad con motivo de la celebración del centenario del ayuntamiento, recorriendo mercados ambientados en la época de esos 100 años atrás. Entre paseo y paseo, acompañados de unos amigos hemos disfrutado del tapeo de la ciudad, y hemos proseguido nuestro recorrido.

Sentados junto a la gran fuente que ocupa en centro de la Plaza de Zorrilla, veíamos como primeros unos pocos y a continuación innumerable cantidad de personas creaban una inmensa cola, cuyo objetivo era recibir un pastel como premio a soportar el largo rato de espera. No daba crédito a aquello. Lo cierto es que lo gratuito, o mejor dicho, lo que no supone un coste pecuniario, tiene una pasmosa facilidad para atraer a la gente.

¿Ese es el valor que para mucha gente tiene su tiempo...? Qué habrá pensado quien tras su larga espera de cola viera que su antecedor en la fila recogía el último pastel gratuito...y todos los que le seguían.

LA LEYENDA DEL TIEMPO (CAMARóN)
El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño

El tiempo va sobre el sueño
Hundido hasta los cabellos
Ayer y mañana comen
Oscuras flores de duelo

El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño

Sobre la misma columna
Abrazados sueño y tiempo
Cruza el gemido del niño
La lengua rota del viejo

El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño

Y si el sueño finge muros
En la llanura del tiempo
El tiempo le hace creer
Que nace en aquel momento

El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño


El sueño va sobre el tiempo
Flotando como un velero
Nadie puede abrir semillas
En el corazón del sueño

2 comentarios:

daviz dijo...

os doy todos los pasteles que queráis a cambio de tiempo, más tiempo!!

Romulo dijo...

Conceder tiempo sería uno de los dones más preciados hoy día; no obstante, lo del pastel en cualquier momento.