domingo, 10 de agosto de 2008

Un día especial



Este ha sido un fin de semana especial. Un fin de semana en que se enmarcaba el punto de partida de un gran acontecimiento deportivo como son los Juegos Olímpicos, en que para nosotros la nota distintiva de la fecha era la boda de dos personas muy queridas. Un acontecimiento muy esperado en la familia desde hacía tiempo.

Si bien no sea por vía de la consaguinidad, desde hace tiempo me siento parte de una familia en la que desde el primer momento se me recibió con los brazos abiertos y con los estandartes del cariño y la camaradería.
Y aunque sean unos valores que quedan patentes en el día a día, en fechas señaladas como esta ocasión cabe hacer mención especial.
Siempre he estado de acuerdo en que, a diferencia de los amigos, la familia no se puede elegir. Cuando, usando el término de malabarista, mi compañera y yo elegimos un camino, esta parte de la familia me vino dada, pero siento que una elección mía no habría podido ser más acertada.

Mis mejores deseos para los novios

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